José Guadalupe Posada en un libro a 157 años de su nacimiento
Los grabados de quien fuera el ilustrador cuyas obras sirvieron de referencia a varios posteriores artistas -entre ellos Diego Rivera- llegan al libro en una profunda recopilación con curaduría de Montserrat Galí Boadella y Mercurio López Casillas.
Por
Ricardo Cardone
Un día como hoy, pero en 1852, Charlemagne de Maupas, ministro de Policía durante el gobierno de Louis-Napoleón, concibe y ejecuta un minucioso plan para formar una comisión que investigue la prensa literaria de a 1 centavo, conocida en toda Francia como la Literáture de colportage, es decir aquella literatura que a mediados del siglo XIX difundían los vendedores ambulantes. Paradógicamente, de este lado del mundo, ese mismo año nacería uno los más relevantes y populares ilustradores que tuvo México: José Guadalupe Posada.
Apasionado por la caricatura política, su obra reproduce con humor en algunos casos, la vida cotidiana de México en innumerables dibujos y grabados frecuentados por retratos de personajes históricos de la época. Sus caricaturas sociales inspiradas en el folclore mexicano han escrito una de las mejores páginas visuales de la tradición popular. Sus dibujos y grabados frecuentemente estaban adornados por viñetas con símbolos arabescos y ornamentos vegetales que teñían a su obra de una singular originalidad.
Hasta 1888 su producción litográfica ha sido constante y vasta, en cambio en épocas posteriores incursiona en la técnica del grabado de cinc. Pero es en la tercera etapa de su prolífica obra cuando José Guadalupe Posada alterna su trabajo de grabador con el de reportero gráfico.
Si hay una constante en la obra de Posada es la literatura popular mexicana en todas sus expresiones. El artista logra plasmar en su obra costumbres de la época como la vida de los santos, el humor, el horóscopo, leyendas y canciones aunque la muerte es el tema central que aborda en periódicos opositores al gobierno, con calaveras y esqueletos utilizados como sátira de la vida política mexicana, lo que lo hace un referente de la historia.
Distanciado del régimen del presidente Porfirio Díaz, su obra refleja en algunos casos con profundo realismo y en otros con un humor despechado las terribles consecuencias de los abusos del gobierno. Posada desmitifica el concepto de la muerte de mediados de siglo XIX y la traslada a un espacio distinto, le da vida, personificando lo que antes permanecía inmóvil en los panteones de las iglesias.
Mercurio López Casillas, curador indispensable de su obra, nos acerca una de sus mejores selecciones del ilustrador mexicano. En su vasta colección de José Guadalupe Posada, la más valiosa de todas las que posee según sus propias consideraciones, podemos ver al artista que transita en su ilustración los caminos de la vida política y social mexicana. La colección comienza con invaluables ilustraciones de las Cartas Amorosas, cuadernos que lo tenían a Posada como ilustrador permanente en esos folletines de distribución ambulante. También durante esta etapa se pueden observar otras publicaciones de corte social en diversas gacetas callejeras que tenían la particularidad de comentar escándalos cuando los acontecimientos de sensación lo requirieran. Transitando estas muestras de Posada en la colección que nos trae Mercurio López Casillas, se comienzan a vislumbrar las primeras incursiones en el terreno político con publicaciones como el famoso caballo de batalla de Emiliano Zapata, una obra de ocho estrofas que alude al caudillo mexicano. Pero es un poco más adelante cuando comienzan a mostrarse las calaveras vestidas de guerrilleros, a pie o a caballo, en jubilosas fiestas populares y en diversas situaciones cotidianas, como si fueran hombres de carne y hueso. Calaveras tomando mezcal y más vivas que los vivos son una constante en esta etapa de su obra que puede verse con detalle en esta colección.
Una extensa y detallada biografía ocupa la parte central del libro con una colección de almanaques ilustrados de la época. Profundizando en su obra, la colección se vuelve con retratos más trágicos y feroces. Se puede observar a un Posada más comprometido con las atrocidades de índole policial que hacían referencia a robos, asesinatos y muertes de diversas índoles bajo títulos como Crimen nunca visto, Espanto general, Asombroso suceso, magistralmente ilustrados. La colección cuenta además con dos minuciosos ensayos: El de Mercurio López Casillas que aborda temas acerca del autor mexicano y su contexto histórico y el de Montserrat Galí Boadella que se detiene en la extensa tradición del grabado popular. Una bibliografía fundamentadora y todos los datos de cada una de las publicaciones completan una edición con densidad significativa. Editorial RM nos trae este ensayo con abundante contenido en imágenes del ilustrador mexicano José Guadalupe Posada en ambas versiones, inglés y castellano. Una recopilación de incalculable valor académico, histórico y artístico.
02-02-2009
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